lunes, 20 de junio de 2016

Otis Clay, "Trying to live my life without you"


Pensé que cambiar mi forma de vida/ era algo dificil de hacer/ pero el hábito más difícil de romper/ fue mi amor por vos

Tengo que confesar que un par de temas del nuevo Musica Cretina son algo así como sugerencias de Peter Wolf, que cerró de la mejor manera posible --con uno de los temas de su último discazo, A cure for loneliness-- el no-programa anterior. Lo que sucedió es que buscando información sobre el buen Peter para lo que primero iba a ser un post cretino y luego terminó siendo una caprichosa nota en Radar, descubrí que siempre me terminaba distrayendo detrás de pistas musicales de todo tipo, algo en lo que el ex lider de la J Geils Band no sólo siempre es prolífico sino ademas demuestra su muy buen gusto. Después de todo, además de la contundencia rocker de su show en vivo, aquella mitica época inicial del grupo con el que se hizo famoso es deudora en gran parte a un repertorio basado en su colección de discos. Y no parece haber perdido ese toque, al punto que A cure for loneliness es un álbum construido como si fuese la impecable lista de temas de un programa de radio, heterogénea rítmicamente, pero homogénea en términos de, digamos, onda. Eso que le sobra a Wolf, y que despliega en cada una de las entrevistas con las que me fui encontrando en internet donde, casi sin hacer esfuerzo, deja caer una oscura referencia musical tras otra. Una de ellas hacía referencia a Otis Clay y su disco Trying to live my life without you, que Wolf traía a cuento como ejemplo del placer perdido de perder el tiempo curioseando en las bateas de eso que se solía llamar disquería. Porque de pronto te podías encontrar con una tapa como la del disco de Clay, y saber que tenías que llevártelo a casa, aunque no tuvieses idea de qué era. Y la verdad que apenas lo busqué en internet me pasó lo mismo: esas letras gorditas del título, clásicas de los 70, la foto con el tipo sentado en un sillón enorme mirando el teléfono en una mesita al lado del retrato de una mujer que no está, pero se ha dejado el perrito faldero que es su única compañía pero no llega a ocupar el espacio libre en el sillón, y como remate el nombre --Tratando de vivir mi vida si vos-- fueron un combo irresistible. Solía fumarme cinco paquetes de cigarrillos por día/ fue lo más difícil dejarlos de lado/ Bebía cuatro o cinco botellas de vino/ tenía siempre un vaso en la mano, canta Otis desde la entradora primera estrofa del tema que bautizó su debut a comienzos de los 70 para el sello Hi Records, de Memphis, donde grababan por entonces Al Green y Ann Peebles. Nacido en Waxhaw, Mississippi, y afincado en Chicago, Clay --según la siempre confiable All Music Guide-- nunca tuvo un mega hit, pero supo ser un visitante periódico de las listas de rhythm'n'blues y una presencia perdurable en el blues y el soul vintage, encontrando tambien su lugar en el mundo del gospel. Murió muy en silencio en enero de este año, a la más que respetable edad de 73 años, y lo más lejos que llegó en la busqueda de ese hit consagratorio que nunca alcanzó fue este Trying to live my life without you, cuya letra sigue así hasta encontrar su estribillo: Romper esos hábitos fue algo difícil de hacer/ pero nada me preparó para los cambios/ que a los que me obligaste/ Tratar de vivir mi vida sin vos, Nena/ Es lo más difícil que alguna vez tuve que hacer. Gracias Peter y gracias Otis, entonces. Por estar siempre ahí, porque si no fuese por gente como ustedes bien podría terminar sentadito en mi sillón, al lado de una mascota ajena, esperando noticias de una música más cretina. Por eso es que vale la pena parar la oreja, hacer play, y esperar la llegada de Otis promediando ese Lado B todavía por estrenar de un no-programa que parece hecho para este lunes que es domingo, que es feriado y, como si fuese poco, un feriado bien cretino.

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