domingo, 31 de enero de 2016

Los Rodríguez, "Cuando te has ido"


Nunca termina la carretera/ después de haber viajado la noche entera

Alguna vez me atreví a preguntarle a Andres Calamaro cómo había podido dejar afuera de Nadie sale vivo de aquí un temazo como Buena suerte y hasta luego, y su respuesta fue desafiante: "¿Y vos cuál hubieses dejado afuera?" Algo parecido sucede con este tan Rodríguez Cuando te has ido, que formó parte del demo del grupo previo a Sin documentos, pero quedó afuera del disco. Aquel demo tiene una historia increible, porque fue tantas veces negado allá en España que Calamaro estuvo a punto de volverse a Buenos Aires para grabarlo en plan solista, ya que creía en aquellas canciones. Y tenía razón. Por suerte a ultimo momento, cuando Andrés ya le había avisado al grupo que tenia pasajhe de regreso, apareció Alfonso Perez con Dro para hacer realidad al disco y también a la edad de oro de Los Rodríguez. El resto, como se suele decir, es historia. Tanta música hay en el disco que los consagró, que si se lo escucha con atención, cada tema tiene otro tema dentro, hay una progresión musical, una coda, un agregado, una cita, con la que bien se podría hacer otra canción. "Lo tocamos tanto en la sala de ensayo, que le fuimos agregando cosas y cosas", me explicó una vez Rot. Tengo tres versiones de Sin documentos, la primera es la original. La segunda es la que salió con la revista española Efe Eme, que tiene cinco temas extra, en vivo, grabados en Las Ventas, de un show tres años posterior al disco. Y la tercera es la del año pasado, con dos bonus tracks y todo un disco extra, con otro show en Las Ventas, pero completo, y de la misma época. Algunas grabaciones de ese recital ya habían aparecido en el disco de inéditos del compilado Para no olvidar, así como uno de los dos bonus, Hablando solo, de Ariel Rot, que formaba parte de aquel demo y cuyo título terminó bautizando su primer disco después del grupo. Cuando te has ido, el otro bonus de la edición aniversario de Sin documentos --firmado por Calamaro/Rot--, había asomado antes, en Hasta luego, el compilado editado justo después del anuncio de la separación. Quién reconoce cuando ha perdido/ algo en el aire huele a podrido, canta Calamaro desde más de dos décadas atrás, cuando aún buscaba su suerte en una España que miraba tan hacia otro lado como supo hacerlo antes su propia ciudad, hasta que debió tomarla de las solapas, y obligarla a mirarlo a la cara, con o sin documentos. Dejémoslo que suene como corresponde en este último domingo de enero, y también desde el Lado A del primer Música Cretina de un año en el que también "perdido" rima con "podrido". 

sábado, 30 de enero de 2016

Elliott Murphy, "Hangin' out"


Podés reír/ podés quedarte mirando/ pero todos formamos parte/ del mismo show

Siempre digo lo mismo, pero acá voy de nuevo sin ninguna vergüenza: conocí a Elliott Murphy gracias a un libro de título irresistible, que se llamaba Poetas Malditos del Rock. La editorial era Espiral, la misma del libro con las letras de Jim Morrison que habia comprado despues de leer la nota que Alfredo Rosso publicó en dos partes en la primera Cerdos y Peces, y que nos hizo a todos --ay-- fans del Rey Lagarto. Claro que el título del librejo era un tanto exagerado, no estaban todos los poetas malditos del rock, ni eran tan malditos los que estaban. Pero al menos asi conoci a un lote de cuatro artistas, el primero de los cuales era John Cale. Creo que apenas si lo sabia quién era al comprar el libro, pero fue fácil entrar en su mundo y también escuchar su música. Pero con los demás --Kevin Ayers, Elliott Murphy y un tal Lewis Furey, que si Rosso decía no conocer, evidentemente estábamos en problemas-- , en aquellos tiempos pre internet y pre todo, fue mucho más dificil. Sin embargo, leyendo las letras traducidas en sus páginas, yo armaba un ranking personal. Y creo que incluso antes que Cale, y sin haber escuchado ni un solo tema, puse entonces al buen Murphy. Es que la cualidad hedonista y epica de sus letras eran mas seductoras entonces que sequedad agreta de Fear, que habla tan bien de estos tiempos y de eso llamado la raza humana, por lo que hace tiempo que Cale quedo al tope de varias de mis listas, ni hablar de ésta. Pero aquella era una epoca de descubrimiento, y los textos de Murphy eran perfectos para eso. Además, como no conocía la musica, podía imaginármela como quisiera. Lo maravilloso fue que, cuando finalmente apareció un CD compilando sus primeros discos, la realidad resultó estar a la altura de lo que había imaginado. Murphy es, al fin y al cabo, un poeta maldito del rock, que debió instalarse en Paris para terminar de encontrar su lugar en el mundo. Cuando apareció fue celebrado como uno de los tantos nuevos Dylan, pero Murphy siempre fue mas Gatsby, es decir mas Lou que Bob, y en su desbarrancamiento terminó siendo uno de los pocos en drogarse tanto en la costa este como en la oeste antes de jugar la carta del poeta desarraigado, que le permitio hacer posible, con el correr del tiempo, ese tan extraño segundo acto en su vida (norte)americana, aunque en la Ciudad Luz. Gracias a este maravilloso laburo que tengo, pude en su momento cruzarme unas cartas con él y recibir un par de discos de regalo. La entrevista que en su momento le hice nunca encontró un lugar donde publicarse, así que aún se la debo. Pero desde entonces ha ido editando un disco tras otro, y revisitando también su pasado, y cada uno de esos pasos han encontrado su lugar bien Cretino. Uno de los grandes discos de Murphy es el primero, Aquashow. Ahí están muchos de sus grandes himnos, y hace poco lo regrabó con su nueva banda, liderada por su hijo. En YouTube solo encontré la versión original de este tema que le canta a salir a dar vueltas por la noche, a figurar por ahí. Pero en el Lado B del primer Musica Cretina del año suena la regrabación, exquisita y admirable, que entusiasma como la original, me hace volver a tararear el irresistible "na-na-na" y hasta levantar el puño para cantar con su misma acidez eso de veo las mismas caras de siempre en los mismos sucios lugares. Si, Elliott, sos de los nuestros, y somos los mismos. Por eso, si es mediodía de sábado, tambien será sábado por la noche. Y hay que salir a cantar. Hagámoslo todos juntos, vamos ahora: Na-na-na...

viernes, 29 de enero de 2016

Dave Alvin & Phil Alvin, "Please, please, please" (James Brown)


Tomaste mi amor/ y ahora te fuiste

Siempre que escucho la voz de Phil Alvin, no puedo evitar pensar en esa escena de Calles de Fuego en la que el héroe entra al roñoso bar que sirve de guarida de los malos para rescatar a la heroína, y lo recibe un público de borrachos, una chica bailando sobre la barra y una banda de rock'n'roll. Esa banda eran los Blasters, y su cantante era Phil, que junto a su hermano Dave formó aquel grupo seminal para el punk de Los Angeles, en realidad unos neo-tradicionalistas que hacian bailar a los muchachos de cresta y campera de cuero, y cuyas guitarras fueron un bienvenido alivio para el exceso de teclados del pop de los ochenta. Confieso que cada vez que iba a ver a los Redondos en las épocas de Gulp!, esperaba encontrarme con algo como Torchie's, aquel bar inventado por Walter Hill. Por suerte, al menos, me encontraba con una banda que convocaba semejantes imaginarios. El Gordo Pierre podía romper un vidrio también en Torchie's, qué duda cabe. Y Roxana Porchelana tenía derecho a bailar en esa barra. Nada era casualidad. Hasta donde yo se, ese deslumbramiento por los Blasters era compartido por el Indio. De hecho, cuando vino al Piso 93 con sus discos, entre ellos estaba un compilado del sello Slash, que editaba al grupo y que durante mucho tiempo supo conseguirse en Buenos Aires en las bateas de oferta. Como suele suceder con los hermanos dedicados al rock, los Alvin no duraron mucho tiempo juntos, y tardaron tres décadas en volver a entrar a un estudio al mismo tiempo. Tuvo que mediar un roce con la muerte --Phil sufrio un ataque al corazón luego de un show-- para que decidieran deponer sus armas, y volver a grabar, algo que sucedió en el 2014, con un celebrado homenaje a la musica de Big Bill Broonzy. Parece que han decidido recuperar el tiempo perdido, porque el año pasado salió este Lost Time, en el que el homenajeado principal es Big Joe Turner, aunque las referencias se amplian y hasta hay un par de temas propios. Pero el que abre el Lado B del primer no-programa del año es este cover de un clásico del primer James Brown, que pide por favor tres veces desde el título. Pero, como todos sabemos, ese pedido nunca nos será concedido. Y por eso, rock'n'roll.

jueves, 28 de enero de 2016

St. Paul & The Broken Boys, "It's midnight"


Mi madre me dijo/ Hijo, no se va a ir/ Ese viejo dolor de corazón/ no va a parar la lluvia

Así empieza el jueves, y también así empieza el nuevo Musica Cretina, flamante, recien salido del horno, el primer no-programa del nuevo año, listo para usar. Los que lo inauguran son unos muchachitos de Birmingham, Alabama, un sexteto que va de traje y corbata, desde un tema crepuscular que, en realidad, cierra el álbum debut de St Paul & The Broken Boys. Producido por el tecladista de los Alabama Shakes, creo que le puse el ojo a Half the city (2014) el año pasado, cuando estaba armando mi clasica lista de discos descubiertos en las listas de fin de año ajenas. Los St. Paul la rompen, y el que mas la rompe es su cantante, Paul Janewey, que supongo será el St. Paul del nombre del grupo, ya que fue criado para ser predicador, y así es como canta. Por eso es que no hay nada mejor que dejarlo predicar nomás, cantarse la vida, y dar por comenzado el jueves y el Música Cretina para todo lo que pueda venir. Y ya saben, hijxs, hay que aguantarse, no se va a ir, y el dolor no detiene la lluvia.   

lunes, 11 de enero de 2016

David Bowie, "Life on Mars?"


“Esta canción fue muy sencilla. Ser joven fue muy sencillo. Un día realmente hermoso en el parque, sentado en los escalones de la glorieta. "Marineros, bap- bap-bap-baaa-bap”. Una heroína anémica (y no gnómica). Extasis de la clase media. Camino hacia Beckenham High Street para tomar el colectivo hacia Lewisham para comprar zapatos y camisas pero no puedo sacarme el riff de la cabeza. Me bajo dos paradas después y de alguna manera regreso a casa en Southend Road. El lugar de trabajo era un enorme cuarto vacío salvo por una chaise lounge, una pantalla art noveau comprada en oferta (“William Morris”, le decía a los que preguntaban), un enorme y desbordante cenicero de pie y un gran piano. Poco más. Comencé a trabajar en el piano y tuve toda la letra y la melodía terminada hacia el final de la tarde. Bien. Rick Wakeman pasó un par de semanas después y embelleció los arreglos de piano y el guitarrista Mick Ronson creó una de sus primeros y mejores arreglos de cuerdas para esta canción que se ha convertido algo así como una obligación en mis shows en vivo”.  
...
En el 2008, David Bowie seleccionó doce de sus temas para una compilación llamada iSelect, todo un hallazgo más que nada por sus textos presentando cada una de las canciones. “Seleccioné doce de mis canciones de las que no parezco cansarme”, escribió. “Unas pocas son muy conocidas pero muchas de ellas aún son cantadas en mis conciertos. Usualmente por mí. Empezaré por el hit”. Y si, empecemos.

miércoles, 6 de enero de 2016

Norma Waterson, "Solid air" (John Martyn)


Estuviste pintando los blues/ estuviste mirando a través de aire sólido

"Te conozco y te quiero, puedo ser tu amigo, te puedo seguir a cualquier lado". Eso es lo que le cantó John Martyn a Nick Drake, y eso es lo que canta la gran dama del folk británico, Norma Waterson, desde su segundo disco solista, The Very Thought of You. Con nada menos que Richard Thompson en guitarra, y un comienzo que por un segundo, sólo por un segundo, hace pensar que "ya se ven los perros en la lluvia", Waterson nos regala una pausa en esta mañana de miércoles, con una versión extraordinaria y sin tiempo, que flota y flota, y le baja las luces al lado A del último Música Cretina, entre Valle de Muñecas y el eterno Elvis. Y que también puede servir para nunca terminar de arrancar esta mañanita de verano pesado, pesadísimo, y colgar el cartelito de No molestar. 

martes, 5 de enero de 2016

Música Cretina 2015 #14


ESTO NO ES UN PROGRAMA

23-12-2015

Lado A

"¿Pensaste en mí/ el día después?"

1.- Sharon Jones & The Dap Kings, Please come home for Christmas (Charles Brown)
2.- Valle de Muñecas, A un lado
3.- Norma Waterson, Solid air (John Martyn)
4.- Elvis Presley c/The Royal Philarmonic Orchestra, In the ghetto
5.- Paolo Conte, Manuale di conversazione
6.- Bill Ryder-Jones, Wild roses
7.- Francisco Nixon, Capitán Negrito

Lado B

"Yo soy de cualquier lugar/ y voy a cualquier lugar"

8.- Vitor Ramil, Joquim (Bob Dylan)
9.- Bobby Womack, No money in my pocket
10.- Sharon Von Etten, Teen angel (Donovan)
11.- Los Gatos, Soy de cualquier lugar
12.- Phoenix c/Bill Murray, Alone in Christmas day (Brian Wilson)
13.- Ages and Ages, The weight below
14.- Pepo y Los Invisibles, San Pedro

domingo, 3 de enero de 2016

Vitor Ramil, "Joquim" (Bob Dylan)


No hay nada más triste/ que un hombre muriendo de frío

Cada vez que escucho a Vitor Ramil haciendo un cover de Bob Dylan, confirmo que es el cantante que mejor lo reinterpreta al sur del Río Grande. Me acuerdo que, cuando me invitaron a presentarlo en una de sus primeras apariciones en la televisión argentina, desde la producción del programa habían elegido que interpretase un tema –a mi gusto, al menos demasiado “Pedro Aznar” (el ex Seru le había producido el que por entonces era su último disco). Así que, antes de salir al aire, lo convencí para que hiciera una del buen Bob. En ese mismo disco Tambong, muy bien producido por Aznar, dicho sea de paso– había dos extraordinarias versiones: Gotta serve somebody y You’re a big girl now. No recuerdo cuál elegimos con Vitor, pero lo complotamos en apenas segundos, durante el breve tiempo que pasó entre que nos sentaron en el set y terminamos saliendo al aire. Vitor incluso arrancó con el tema elegido previamente, pero enseguida dijo algo así como “también hice una de Dylan”, y cambió a ese tema, dejando a todo el mundo con la boca abierta. Nos ganamos una linda tirada de oreja después, ya que no hay nada peor para quien hace un programa que no tener ni idea de lo que está sucediendo al aire, pero escucharlo a Vitor en su primera aparición televisiva local hacer a Dylan en vez de Aznar me pareció algo parecido a la justicia. Lo había conocido apenas unos años antes, en un viaje a Río de Janeiro para ver a los Stones antes de que pisasen por primera vez Buenos Aires, que me abrió definitivamente la cabeza a la música brasilera. La culpa no fue de Río ni de los Stones, sino del hogar durante el que estuve prácticamente escondido durante mi viaje, que tenía una discoteca magnifica. Vitor estaba parando ahí también, era la casa de su primo, y mientras yo curioseaba entre los vinilos, me contó su historia de niño prodigio de Río Grande más precisamente la ciudad de Pelotas, llegado a Río a mostrar su talento y luego regresado a su hogar, desentendiéndose de todo. Por entonces Vitor estaba volviendo a grabar, y ese nuevo camino lo llevaría a Buenos Aires, donde nos cruzaríamos un par de veces, y a su vez mi camino me llevaría primero a Porto Alegre, donde fue casi mi anfritrión, y mucho tiempo después de regreso a Rio, donde tuve el privilegio de ir a una sesión de grabación de su disco junto a Marcos Suzano. Entre ambos caminos, Vitor imagino Satolep, ciudad imaginaria que era una suerte de reflejo de su ciudad natal, y también su Estética del Frío, el manifiesto de su ser brasileño pero del sur, donde se conoce, justamente, el frío. Tengo que confesar que aún le debo una nota a Vitor, pero porque siempre me imagine yéndosela a hacer a Pelotas, algo que nunca terminó de suceder. Con el tiempo, además, nuestros cruces se fueron espaciando, hasta que mi único contacto era con la aparición de cada disco nuevo, algo que siempre me ponía inquieto hasta que lograba sumarlo a mi discoteca. Pero finalmente me reencontré con él un par de meses atrás, cuando fui al hermoso anfiteatro del Parque Centenario a ver cantar su Milonga del pelo largo al uruguayo Dino, otro artista al que durante mucho tiempo imaginé haciéndole una nota en su ciudad, pero con el que sí pude cumplir. Vitor tocaba sus milongas esa tarde antes que Dino, así que llegué temprano, y volví a maravillarme con su música. Su repertorio recorre hoy toda su carrera, ya que acaba de sacar un hermoso disco doble, Foi no mes que vem, para el que regrabó sus mejores temas, y en el que por supuesto incluye este admirable Joquim, su increíble reversión de Joey, que Dylan incluyó en su disco Desire. Pero donde Dylan romantizó la vida del mafioso Joey Gallo, Vitor le canta a Joaquim Pedro Salgado Filho, un olvidado precursor gaúcho de la aviación, reinventándolo como visionario y revolucionario. Mas Dylan que Dylan, entonces, Vitor canta su Joquim, que abre el Lado B del último Música Cretina, pero no desde su nueva versión, sino que esta es la original, la que grabó en su disco Tango, de 1987. Casi tres décadas más tarde, Vitor canta otra vez a Dylan pero canta también a Vitor, y su Joquim gaúcho la rompe una vez mas en Satolep, como cada vez que pongo play, y no puedo dejar de disfrutar cada uno de sus ocho minutos heroicos y epifánicos. Atención, olvídense del sábado y el año nuevo y escuchen: estamos en Satolep, en medio de una guerra civil, es de noche y la voz de Caruso suena en medio de un teatro vacío. Así empieza la historia de nuestro héroe. ¿Quiénes son esos canallas/ que quieren acabar contigo?

sábado, 2 de enero de 2016

Francisco Nixon, "Capitán Negrito"


Pensé en ir a buscarte/ pero de pronto recordé/ que no podía

Feliz año nuevo, feliz viernes feriado y, más que nada, feliz lluvia de verano. Como ya confesé por ahí, este último no-programa del año pasado –y primero del 2016, a fin de cuentas- me obligué a dejarlo armado antes de salir para pasar las fiestas en la costa uruguaya, más que nada para que no fuesen trece los Música Cretina del 2015. Como si hubiese servido de algo, ¿no? Ahora terminaron siendo catorce, el borracho, mucho mas a tono con el fin de año y el año entero en realidad. Pero también debo decir que el puntapié inicial para armarlo fue disparado ante el descubrimiento de esta maravilla de tema en el nuevo disco de Francisco Nixon, el extraordinario Lo malo que nos pasa. Un disco que –al igual que los últimos de Sergio Makaroff y Rafael Berrio, todavía pendientes—me pasé todo el año buscando. Cuando llegó finalmente a mis manos, como a veces pasa, lo puse una vez en el equipo y seguí de largo. Pero cuando lo puse por segunda vez, esta canción me atrapó, me puso la piel de gallina, entró en repeat y no salió mas, fernet tras fernet. Primero pensé que estaba dedicada a una ex, pero la piel de gallina llego cuando me di cuenta que era para alguien que ya no está, y mas específicamente que ese alguien era nada menos que Sergio Algora, con quien Francisco Nixon formó ese milagro de la canción en castellano llamado La Costa Brava. Entonces si, ese fernet tras fernet fueron brindis en honor al buen Algora, a quien yo también recuerdo una y otra vez, pese a que apenas si perseguí sus canciones, y la pista ahora me lleva una y otra vez al buen Nixon. Una pista que, también, y siempre con la piel de gallina, me llevó hasta todo un Música Cretina, el del estribo, y con el que también empezamos el año, vamos todavía, llueva que llueva, ni un paso atrás. He dicho. Habiendo año nuevo, la administración no se responsabiliza por los que se hayan quedado en el año anterior. Recordemos que podemos. Piel de gallina, se los juro. Y venga ese fernet. 

viernes, 1 de enero de 2016

Phoenix, "Alone on Christmas day" (The Beach Boys)


¿Por qué la tristeza/ cuando debería ser agradable?/ Todo lo que podés hacer es seguir adelante

Según leí por ahí, el tema originalmente es de los Beach Boys. La versión, como se puede ver, es de los francesitos Phoenix. Ya no tan francesitos, de hecho. ¿Te acordás Rea cuando los descubrimos en Lo que mas me gusta hacer y los pasábamos sin parar? Descubrí esta versión en el encantador especial navideño de Bill Murray que pasan en Netflix. Por eso es que el buen Bill aparece algo excitado al comienzo y al final del tema. 'A ver, canten una que no sepamos todos', les dice antes, y después celebra que, además, sepan cocinar. Es una de las canciones navideñas del último Música Cretina del año, el del estribo, pero que aun no se va, claro que no, sino que recién está llegando. Como Murray y los Phoenix, a los que se los puede encontrar en el Lado B de un no-programa que bien puede dejarse sonar entre año y año. ¡Feliz 2016, cretinos!